En búsqueda de la felicidad

No es fácil viajar a tiempo completo. Mejor dicho, no es fácil seguir tus sueños a tiempo completo.

Para muchos un viaje significa salir de vacaciones. Para mí, no. Para mí es darle de comer a esta inmensa pasión que tengo por descubrir que hay más allá de mis límites. Me emociona conocer gente de otras culturas y creencias, descubrir lugares que te dejan con la boca abierta y llevar mis emociones a niveles que no conocía. Es como si fuera una adicción por lo nuevo y desconocido. 

Todo esto me da muchísimo miedo pero también me pide bastante. Y aunque así sea, yo preferí darle de comer a mis sueños antes que acomodarme en una vida sin pasión.

Me da la impresión de que mucha gente piensa que solo hay una manera de vivir. Que si uno no sigue el formato de vida común se quedará en el aire y sin paracaídas. Soy de la idea de que todos tenemos dones diferentes y pasiones con intensidades distintas. No todos estamos hechos para el sistema actual y el sistema no funciona para todos. Y, siendo sinceros, hay un mínimo porcentaje que le acierta al momento de elegir su carrera profesional. La otra gran mayoría se acomoda a lo que le toco.

Conocer el mundo me demostró lo contrario. No hay porque acomodarse en una vida sin mucho sentido si puedes crearte un camino diseñado especialmente para ti. Ya, pero para eso hay que conocerse, hay que saber cual es tu particularidad, tu singularidad. Lo difícil no es tenerla, sino encontrarla. Ahora, es cuestión de dedicarle tiempo. No es fácil ni simple. El ser humano es lo más misterioso que existe, y las emociones cambian constantemente pero el alma es la misma. Si sales un poco de tu zona de confort vas a encontrar de lo que eres capaz. Y si lo haces seguido vas a descubrir donde puedes dejar huella.

No es fácil seguir los sueños, nunca lo va a ser. Las grandes cosas son las que más esfuerzo requieren. Pero vale la pena. Finalmente creo que es la única manera de conocer la felicidad.