Antes de terminar la vuelta al mundo en Nueva York, tenía una escala de 16h en Tokio. Llegaba en la tarde al Aeropuerto Narita y mi vuelo salía del Aeropuerto Haneda al día siguiente en la mañana, así que decidí sacarle provecho.
Por las calles de Kawasaki |
Japón pide visa de transito a varios países, incluyendo a Perú, así solo quieras cambiar de aeropuerto. Por lo que recomiendo revisar antes de lanzarse a hacer una escala larga en Japón. Existe una cuestión llamada shore pass que te permite salir a un hotel cercano al aeropuerto, pero eso es siempre y cuando salgas en las próximas 72 horas del mismo aeropuerto. En mi caso no hubo excepción y tuve que hacer toda la gestión en Chiang Mai, Tailandia. Todo el proceso duró una semana y me costó algo de 10 dólares. No es mucho pero los japoneses son muy estrictos con los documentos y el trámite en sí. A mí me la aceptaron porque estaba trabajando en Tailandia, sino, según me dijeron, no me la hubieran aceptado y hubiera perdido la plata.
Para ir de Narita a Haneda (y viceversa) hay varias opciones, en la página del aeropuerto las muestran todas. La más rápida es la del bus, pero es la más cara. Yo tomé la del tren con el metro y me demoré 1h30.
Una vez en Haneda dejé mi mochila en un casillero (cierran a la medianoche) y me dirigí al centro de información al turista para que me aconsejaran la manera más rápida de ir a Shinjuku, una de las zonas más interesantes de la ciudad según había leído. Pero resulta que el último tren de regreso al aeropuerto era a las 10.30pm y tomaba 1h llegar hasta donde quería ir. La chica de información me recomendó ir a Kawasaki, a media hora en metro. Según me dijo sería interesante también.
Tenía unas 3h para matar sin perder el último tren de regreso a Haneda. Estuve tentado a arriesgarme y tomar el tren a Shinjuku pero la verdad que estaba tan cansado que solo quería salir a comer algo a algún restaurante y mirar a la gente pasar. Antes de llegar a Tokio había pasado 3 días sacándole el jugo a Hong Kong y me esperaba el US Open en Nueva York por lo que decidí tomarlo con calma e irme a Kawasaki.
Una vez en la estación de tren, me dio la impresión de ser domingo por la noche, no había nadie en la calle. Me dediqué a caminar y tomar algunas fotos, aunque para ser sinceros no había nada muy interesante. Trate de encontrar un lugar para comer pero lo único que encontraba eran máquinas con mesas alrededor, todo escrito en japonés. Luego de un buen rato me encontré frente a un cartel que decía: Inti Raimi Peruvian Coffee Restaurant. No encontraba nada relacionado con mi país desde hacía 6 meses. Así que entré pedí la carta y encontré Arroz Chaufa, Ají de Gallina, Lomo Saltado, etc. etc. Como no iba a pasar mis horas en Tokio comiendo comida peruana, entablé conversación con el dueño y luego de un buen rato charlando terminó acompañándome a un restaurante donde hablaban inglés. “Hablaban inglés” era mucho decir en mi opinión, sabían decir “hello” y “food”. Luego de algunos momentos incómodos haciendo señas con las manos logré sentarme y comer algo típico que no sea sushi.
Restaurante Peruano. Kawasaki. |
Después de comer me dediqué a caminar la zona, no había mucho más por hacer. La verdad que no sé si fue solamente el área pero me dio la impresión de que Tokio no es una ciudad en la cual los viajeros tengan mucho por hacer. Si algún día vuelvo a Japón creo que le daría más importancia a lugares como Osaka o al monte Fuji antes que a Tokio.
Por último, si algún día tienen que dormir en el aeropuerto de Haneda recomiendo ir al último piso, donde está la gran terraza. A los costados hay bancas para tres personas donde uno se puede echar a dormir tranquilo. Tokio es una ciudad muy tranquila y los aeropuertos no son la excepción.